-"...Y de que es ese mazo?" le preguntaba la Patri al Pedro en la final... "¿De pegar?". "Bueno, es un mazo que aprovecha la velocidad..." respondía. Esta era la pequeña conversación entre los dos en un momento en que la partida estaba ya difícil para el Pedro, así que al tono de extrañeza en la pregunta seguía un cierto tono de resignación en la respuesta.
Un ejército de exploradores Grulla (de más de 60 de fuerza) señalaban la última provincia Cangrejo como su objetivo. Salvo una "sorpresita" (de las que a veces se guarda Pedro), o un error "catedralicio", Santos lo había logrado. Segundo se había quedado la semana de antes, pero ésta (sin Albert) no se le escapaba.
Sólo había hecho falta poner el mazo en las manos adecuadas para ver que realmente funciona. Y no es que yo sea un "paquete", que sí que "paqueteo" a veces, es que la sobriedad de Santos viste muy bien este mazo. Habiendo entrenado años con él, me resulta reconocible, en el despliegue de las batallas, esa impresión de que su mejor baza todavía no la ha jugado, y que sin saber como ha sido, has ido a parar al escenario que él se buscaba.
Como en la partida que había jugado con Xavi, cuando a propósito de evitarse el "momento perfecto" había dado buena cuenta de sus personajes. O como hacía en esos compases finales recolocando en la mesa del Pedro tres veces el mismo terreno (un Heart of Darkness). Un remate simpático que hizo disparar las sonrisas en las caras de los que lo estabamos viendo.
Era la primera victoria del arco para un mazo Grulla. Y lo había sido para un mazo Grulla de ataque.
Albert me había dicho la otra semana -precisamente- que para ganar (en un torneo) era imprescindible juntar un buen mazo con un buen jugador. Así que por esas mi alegría era doble. A la gratitud que sentía hacia mi amigo unía el orgullo del "buen artesano". El de una historia de ingenio con desenlace feliz.
Y es que durante meses habíamos trabajado juntos en hacer irrumpir en las mesas de arriba algún mazo "diferente" a los típicos que se ven en Koteis. Así, habíamos dedicado nuestras "partidas caseras" a retocar cosillas del mazo, quitando y poniéndole cartas para adaptarlo al entorno.
Gráficamente, por así retratarlo, habíamos hecho de equipo de fórmula 1, él de piloto y yo de mecánico. Y los últimos parches al vólido (Game of Sincerity, Rumors Travel y Alter History), fruto de la pericia del piloto, habían sido el desatascador deseado para partidas de honor. Más consistencia pero sin desdibujar velocidad y dureza en combate.
Algo, eso de la "velocidad", que se acababa de ver. En especial en el comentario de las "malas salidas" que se había repetido entre las rondas. "Me faltaron ancestros" decía un Sergio o "es que no tuve tácticos" decía el otro. Y no les faltaba razón. Testigo de sus explicaciones yo también digo que tuvieron "mala pata" con las salidas.
Sin embargo, me parece justo con el 9/10 que mi amigo ha registrado estas semanas positivizar sus victorias.
Está claro, por más entusiasmo que le pongamos, que nuestros estimados "scouts" no constituyen -a día de hoy- el mejor mazo. Seguro que tampoco el segundo. Y muy probablemente ni el tercero o el cuarto. Siendo así, desde su humildad de "equipo pequeño", sí tienen una GRAN cualidad: son estables. Con un perfil bajo en los costes forman un mazo con un elevadísimo número de buenas salidas, algo que los hace excelentes para aprovechar los titubeos combinativos del rival en el inicio de juego.
Desde la resignación, el bueno de Pedro, sí que lo había sabido explicar. Y es que tengo el convencimiento, acabada la partida, que bajo el refunfuñar de las jugadas finales estaba latente la alegría de ver triunfar nuevamente a su clan.
Saludos.
(Nota del equipo Brother's: En unos días publicaremos el report de Santos)
J.Esteban
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